Apicultores sufren nuevo golpe en Chile: intensas lluvias dañaron más de 3 mil colmenas
"La situación que estamos viviendo hoy es crítica en la apicultura nacional", dijo Mario Flores, presidente del Movimiento Nacional Apícola, enfatizando la necesidad de ayuda de parte del Gobierno.
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En el verano fueron los voraces incendios forestales y hace pocos días, las intensas lluvias que cayeron en el centro y sur del país con la llegada del invierno: los apicultores en Chile dicen que han tenido un año difícil y claman por ayuda.
De acuerdo al último balance del Gobierno -que decretó zona de catástrofe en varias regiones del país a lo largo de unos 500 kilómetros para agilizar ayuda y recursos- el frente de mal tiempo dejó dos personas fallecidas, dos desaparecidas, casi 20 mil damnificadas y más de 12 mil aisladas, en medio de miles de viviendas destruidas.
Y entre los afectados por el desborde de ríos, cortes de ruta e inundaciones de pueblos y localidades, también figuran los apicultores y sus pequeños insectos productores de miel.
"La situación que estamos viviendo hoy en día es crítica en la apicultura nacional", dijo a Reuters Mario Flores, presidente del Movimiento Nacional Apícola (Monachi).
Gremios lamentan pérdidas por las inundaciones
Ayuda estatal
"Nos afectaron los incendios y ahora las inundaciones. Solamente en el día de ayer (martes) hay más de 3 mil colmenas afectadas. Solicitamos al Estado de Chile ir en ayuda directa a todos los apicultores y apicultoras afectadas por las inundaciones", insistió.
En su sitio web, Monachi dice representar más de 60% de las colmenas y "fuerza polinizadora del país" con 450.900 colmenas desde el extremo norte al sur.
En la zona afectada por las lluvias, desde la capital Santiago hasta la Región del Biobío, algunas de las principales actividades económicas son la agricultura, ganadería e industria forestal, por lo que el Gobierno decretó también una emergencia agrícola en los sitios de catástrofe y se anunció la elaboración de un catastro para evaluar el daño y canalizar la ayuda.
"Lo que sea va a ser bienvenido, porque ya hace rato que estamos con problemas en la parte apícola, con los incendios en el verano, la exportación de miel, la competencia de la miel falsa", dijo el apicultor Carlos Núñez, que logró salvar menos de la mitad de sus 500 colmenas tras la crecida del río Cachapoal.
Aún tiene que evaluar qué puede recuperar de lo que logró rescatar de la inundación, dijo, por lo que sólo queda "tratar de levantar cabeza y en lo que nos ayuden, va a ser bueno".